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Cultivar tomate ecológico

tomate ecológico de calidad

Recomendaciones para cultivar tomate ecológico

Cultivar tomate ecológico ofrece al consumidor una hortaliza más sana, con el sabor natural de los nutrientes de la tierra, madurados al sol y con el riego de agua al punto óptimo, se consigue sin duda uno de los productos más consumidos de temporada cuando se acerca el verano.

No hay nada más bueno que un producto sin los aditivos químicos que de forma tan indiscriminada vierten en muchas explotaciones de hortícolas para conseguir mayores resultados.

Sin embargo deberemos estar más atento ante posibles amenazas como son los ácaros, la araña roja, la mosca blanca, minador o el mildiu cuando se trata de proteger la tomatera.

Para poder cultivar tomate ecológico y lograr una buena cosecha de este exquisito manjar le recomendamos desde nuestra experiencia en Huerta mi Sol las siguientes acciones:

Prevención de enfermedades en el cultivo del tomate ecológico

Uno de los remedios de prevención más ecológicos que podemos usar ante estas plagas, son las tierras de diatomeas. Este tipo de polvo micronizado puede usarse como insecticida ecológico y natural. Es muy efectivo para eliminar los molestos insectos que atacan y perjudican a muchos de nuestros cultivos, sobre todo en las épocas cálidas cuando estamos tratando los tomates.

Podemos utilizarlo bien espolvoreándolo con la ayuda de un fuelle o bien mezclándolo con agua y rociándolo con una mochila para fumigar. Este último método es el que más recomiendo, ya que por nuestra propia experiencia la absorción foliante en el tomate es más efectiva.

El momento de fumigar con tierra de diatomeas nuestro cultivo de tomates viene aproximadamente cuando la planta está a una altura de crecimiento de 50 cms. También es conveniente de ir podando la parte inferior del tallo principal, dejándolo libre de hijuelos.

El hijuelo es un pequeño tallo que surge entre el tallo principal y otro secundario. Esta acción es muy beneficiosa para lograr un buen tomate ecológico con un mayor rendimiento, ya que se airea la parte baja de la misma previniendo de la aparición de hongos.

Las tierras de Diatomeas aportan micronutrientes importantes al suelo y permiten que las plantas puedan asimilar otros macronutriente presentes en el suelo. En concreto, la tierra de diatomeas ayuda a la asimilación de fósforo, nitrógeno y potasio.

La dosis que podemos emplear como referencia para el control de plagas terrestres unos 100 g de diatomea por cada m2 de suelo y para las plagas aéreas usa entre 10 g y 40 g de esta tierra por cada litro de agua para pulverizar, ajustando la dosis según el tamaño de la plaga.

Como ya hemos comentado, al alcanzar la planta unos 50 cms de altura, podremos aplicar un tratamiento preventivo y repetir la acción dentro de 15 días si observamos hay signos de alguna plaga sobre las hojas.

Los hijuelos hay que estar atentos para ir quitándolos, pues restan vigor a la planta, siendo cautos para no equivocarse y cortar la guía principal para cultivar tomate ecológico podemos además usar la técnica del doble almorrón, también llamados caballón o lomo.

Técnica en doble lomo o caballón para cultivar tomate ecológico

Con la técnica del doble almorrón podremos no solo regar por goteo, sino también por inundación el surco que divide ambos almorrones. En el proceso de regado de nuestros tomates ecológicos, podremos usar la tierra de diatomeas, ya que aunque los suelos de cultivo ya presentan sus macronutrientes, si no contamos con la presencia de algunos micronutrientes, las plantas no serán capaces de asimilarlos.

Al mismo tiempo iremos realizando un aporque en nuestra plantación de tomate ecológico, que consiste en acumular tierra en la base del tronco o tallo con el fin de que queden protegidas y al mismo tiempo eliminando las malas hierbas que restan agua y nutrientes al tomate. En este laboreo de la tierra podremos echar estiércol mezclado con la tierra alrededor del tomate, por lo que el beneficio será doble.

Algunos de los beneficios del aporcado en el cultivo del tomate ecológico son los siguientes:

Oxigena el suelo de forma adecuada equilibrando una buena evapotranspiración.

Impide quema por helada o sol, principalmente porque un suelo labrado alrededor de la planta deja de hacer efecto espejo tanto del calor como de las heladas.

Evita la contaminación por enfermedades evitando que se transmitan o extiendan por toda la plantación.

Favorece el desarrollo de las raíces en el suelo haciendo que éstas se desarrollen mucho mejor y a más profundidad.

Facilita el abonado de las plantas con un mayor grado de penetración de los nutrientes

Favorece el crecimiento vertical de las plantas al conseguir mayor robustez.

Permite la eliminación de gusanos de tierra y de malezas